¿Se puede superar el Burnout?

¿Se puede superar el Burnout?

INICIO / ARTICULOS / BUSINESS – Por Alejandro Franco – Contáctenos

Hace unos días leí en una red social – más precisamente, una red de gerentes y profesionales – un artículo que hablaba despreocupadamente sobre el Burnout. Entre otras cosas planteaba la cuestión de si uno precisaba mencionarlo en la solicitud de trabajo, y lo calificaba como algo que podía desaparecer sin dejar rastro.

Lo siento. El tipo que escribió eso jamás sufrió Burnout. Yo, en cambio, lo padezco.

Si no sos psicólogo o víctima del Burnout, entonces no te pongas a escribir sobre un tema que no conocés. Ese es mi consejo mas sano para el redactor del artículo. Buscarse una tribuna sobre un tema conocido (y lamentablemente popular), no equivale a hablar apropiadamente del tema.

El Burnout o síndrome del quemado – es una situación de stress laboral extremo, en donde la persona baja el rendimiento, tiene problemas de concentración y puede sufrir crisis personales. No se trata de un simple agotamiento que se cure con unas vacaciones. Al ser una situación que persiste en el tiempo termina por dejar cicatrices emocionales. Desde la falta de seguridad del individuo sobre la calidad de su desempeño, hasta blackouts (apagones) en la concentración, y el alcance de un estado de agotamiento en un plazo menor a lo normal. A la persona “quemada” la batería le dura menos (el tiempo de lucidez). Quizás logre terminar su jornada laboral con el poco de nafta que le queda en el tanque, pero llega a su casa rendido, agotado, malhumorado y sin posibilidad de disfrutar unas horas de paz o entretenimiento. Cae rendido y, al día siguiente, regresa a la batalla sin haberse repuesto por completo.

El Burnout suele darse por situaciones laborales extremas: horarios excesivos de trabajo, demasiada presión de resultados por parte de los superiores, descanso inadecuado en los tiempos libres (el individuo sigue pensando en el trabajo incluso en sus días francos o, al ser una persona “indispensable” en el trabajo, es interrumpido a cada rato por subalternos y dueños para consultarle cosas, con lo cual nunca termina de desengancharse de sus tareas). Y por supuesto, el Mobbing. Un ambiente laboral tóxico termina por minar la salud emocional del trabajador. Si los jefes o compañeros lo tratan de inútil y desprecian los resultados de su trabajo, se plantea una situación de acoso en donde el trabajador llega a convencerse que es un inservible y que el resto tiene razón… algo que es completamente falso, simplemente porque el entorno está operando una hostigamiento constante posiblemente para forzar su renuncia.

El ser humano tiene la capacidad de soportar situaciones sumamente estresantes durante cierto período de tiempo: si es mas largo o mas corto depende de las condiciones personales del trabajador. Un individuo tímido o reprimido perecerá mas rápidamente a la sobrecarga de trabajo que una persona con determinación, capacidad de negociación y mejor desenvolvimiento social. Pero nadie está exento del Burnout: el tema es que la situación agobiante se extienda en el tiempo… donde los más débiles caen más rápido, y los más duros demoran más… pero nadie es totalmente inmune al asedio del stress. Aún cuando haga yoga, meditación, salga a correr, haga actividades para descargar el stress – aliviar la presión de la caldera que es su cerebro -, si la situación es constante… tarde o temprano terminará por doblegarlo.

¿Y qué hacer entonces?. Si usted tiene el puesto de jefe, puede reorganizar tareas y delegar mandos en sus subordinados para repartir la carga. Si es empleado u obrero, entonces deberá descargar el stress lo más que pueda mediante el deporte u otra actividad que le ayude a bajar un cambio.

Pero lo que debe quedar claro es que, si el nivel se vuelve insoportable y usted se “rompe”, ya no hay vuelta atrás. La herida emocional queda, usted ya se ha “quemado” y, lo único que le queda es lidiar con ella.

El Burnout no difiere demasiado de los Ataques de Pánico (de hecho, el Pánico puede ser uno de sus síntomas). Una vez provocada la herida emocional, es preciso hacer terapia e incluso llegar a tomar psicofármacos, tales como ansiolíticos o antidepresivos. Un buen psicólogo puede ayudarlo efectivamente a lidiar con el problema, recuperarse de él y mantener un nivel de actividad normal. Pero la herida emocional, una vez tratada, se convierte en una cicatriz emocional… o sea que puede volverse a abrir la herida si vuelve a vivir situaciones apremiantes. Como los Ataques de Pánico, uno debe aprender a convivir con ello, conocer sus propios límites, no sobre exigirse y realizar actividades para bajar el nivel de tensiones.

Lidiar con el Burnout implica cambiar hábitos de vida por otros más saludables. La ya mencionada actividad física, la meditación, leer sobre el tema, cambiar la alimentación por cosas más sanas, consumir menos café y otras gaseosas estimulantes. Si está consumiendo alguna medicación para lidiar con el problema, vaya consultando con su psiquiatra sobre las cantidades consumidas: al principio puede requerir una dosis más alta para atacar las crisis, y luego seguir con una dosis más baja de mantenimiento como para descansar tranquilo por las noches y despertarse fresco por las mañanas.

Si el entorno que propició el Burnout persiste, entonces debe pensar seriamente en cambiar de trabajo… lo cual no siempre se puede, sea por la antigüedad laboral, la edad de uno, el tipo de trabajo específico que uno realiza, o porque la situación económica del país tiene al mercado laboral en crisis y no hay empleos similares disponibles.  Lo lógico es que el Burnout sea reconocido como una enfermedad laboral (la OMS acaba de reconocerlo)… pero estamos en la Argentina, las leyes laborales casi siempre están del lado del empleador y, lamentablemente, las ART funcionan como socios del empleador antes que como jueces imparciales de la situación vivida por usted. Pueden alegar cualquier cosa con tal de negarse a pagar, por ejemplo, un tratamiento psicológico / psiquiátrico. Las ART en Argentina sólo reconocen cosas evidentes y sólo lo hacen cuando no tienen más remedio como, por ejemplo, una pierna quebrada porque a usted se le cayó una pieza de maquinaria encima. Pero en cuanto a Salud Mental la legislación argentina es un desastre. Es posible que si usted denuncia Burnouty trae pruebas médicas del agotamiento -, la empresa se ponga en su contra e intente buscar maneras de despedirlo con causa justa, porque la empresa no precisa tener un empleado costoso con problemas de rendimiento. El Burnout estigmatiza. Es casi seguro que al Burnout le siga una acción de Mobbing por parte de sus empleadores… y eso es aún más difícil de probar, ya que precisa que haya compañeros de trabajo que presten testimonio del hostigamiento sufrido por usted… o sea, que acusen a sus propios jefes de acosarlo, so pena de recibir el mismo trato en el futuro inminente.

Lamentablemente los empleos tóxicos proliferan en Argentina. Desde los 90s que ya nadie respeta la jornada de 8 horas de trabajo, ni siquiera se abonan las horas extra por quedarse después de hora – es lo usual en los empleos administrativos, de ventas, dependientes, etc – . Se ha precarizado el trabajo y, lo que le queda, es arreglarse por su cuenta. Ver si con una terapia y una reorganización de su vida y funciones puede soportar la carga laboral, o si ha llegado a un punto donde no hay vuelta atrás y debe decidir entre su salud mental y conservar el trabajo. Siempre considere consultar a un abogado laboral antes de tomar una decisión definitiva.

Y, sobre el último asunto… si usted va a un examen médico preocupacional y le preguntan si padece Burnout… ¿qué cree que debe contestar?. ¿Cree que alguien va a tomar un empleado con antecedentes de Burnout?. Ya es un problema mencionar que toma medicación psiquiátrica como ansiolíticos, antidepresivos o calmantes de los nervios. Argentina se ha convertido en una jungla salvaje en cuanto a lo laboral y, lamentablemente, la honestidad y las buenas intenciones no siempre van de la mano con la realidad que vivimos día a día. Asesórese bien antes del examen médico para saber qué contestar… sin arruinar las posibilidades de obtener el nuevo empleo, el cual puede ser más tranquilo y ordenado que aquel que acaba de abandonar y que le ha provocado una cicatriz emocional que queda para toda la vida. Si aprende a convivir con el Burnout puede obtener muchos días buenos, de vez en cuando algunos malos, dependiendo de la filosofía que adopte para lidiar con las situaciones que le provocan tensión extrema.